La mañana era perfecta. Alguna nube deambulaba por el cielo, pero no parecía amenazar nada, más bien daba un toque de color al azul uniforme que se veía allá arriba.
La boda era en la Iglesia de San Pedro de Gijón. Había quedado para hacer un poco de voz y repasar un poco con el Coro, pero cuando llegamos a las once de la mañana había otra misa, por lo que tuvimos que esperar unos minutos para acceder a la iglesia.
Una vez dentro, con Berto al órgano calentamos un poco las gargantas para estar "a tono" en los momentos cruciales.
Enseguida llegó Gonzalo, hecho un paquetín, del brazo de su madre y madrina, Julita, que estaba guapísima.
Pili llegó muy puntual y se bajó del coche al son de la banda de gaitas. Una vez en el umbral, los dedos de su casi ya oficialmente cuñado la acompañaron hasta el altar con la marcha nupcial.
La boda, perfecta. El cura nada ceremonioso y muy cercano, nuestras intervenciones muy buenas (que para que yo lo diga...), y las anécdotas no faltaron. Como en el momento en que Gonzalo suelta: "Yo Pilar ...", o la insistencia del cura en querer casarlo con Marta un par de veces.
Tras la ceremonia no faltaron el arroz, los besos y felicitaciones y más música de gaita. Y de allí a celebrarlo al restaurante, en el Palacio de la Llorea.
La boda fue perfecta. Espero que fuera un adelanto de todo lo que les espera a partir de ahora juntos.
MUCHAS FELICIDADES!!!
2 comentarios:
Desde un emigrado a Figaredo, quiero felicitar Gonzalo (PIlar) y a Pilar, por su matrimonio.
Que todo luzca en su vida como el dia que tuvieron en esa fecha.
UN abrazo.
Que cada noche sea noche de bodas,
que no se ponga la luna de miel.
Que todas las noches sean noches de boda,
que todas las lunas sean lunas de miel.
Un abrazu....
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