Una vez pasada nuestra visita a Villamanín, contaros una pequeña anécdota.
Estabamos doblemente ilusionados con volver a Villamanín. Por un lado el volver , un año más a unas tierras donde nos demuestran unro gran aprecio. Por otro lado, contábamos con "nuestro" Alberto. Él iba a acompañar la misa con el teclado y, al vivir habitualmente en tierras canarias, era un honor contar con él una vez más.
20 minutos antes de que empezara la misa, comenzamos a probar enchufes, alargadores , teclado al coro, teclado abajo y aquello no funcionaba.Después de muchas pruebas y ya casi sobre la hora de la misa pudimon asegurar, con tristeza, que el transformador que alimentaba al teclado (aunque había funcionado hacía un par de horas) se había estropeado.
Una gran lástima para nuestros oyentes, también para nosotros y también para Alberto que iba , como siempre, ilusionado en colaborar una vez más con el coro .
La misa y el pequeño concierto bien, a la altura de lo esperado. La comida posterior mejor y más relajada ;-))
El diapasón desapareció después de la misa. Menos mal que Luis siempre va equipado... |
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