Tras el desayuno, tuvimos tiempo libre hasta las 12:30h, hora a la que habíamos quedado para ir todos juntos a comer.
En ese tiempo, algunos volvimos al mercado de artesanía y subimos al cerro que hay en el centro de Santiago, otros descansaron después de varios días sin poder dormir lo suficiente, etc.
La comida fue en el asador “Las vacas gordas”, donde pudimos degustar una vez más el magnífico asado chileno. Ni que decir tiene que la carne estaba impresionante. Después de comer, de nuevo al autobús, que nos llevó hasta la Casa de la Moneda, sede del gobierno de la República de Chile.
Nada más llegar tuvimos la suerte de presenciar el cambio de guardia a las puertas del edificio.
La visita, guiada, fue muy interesante, tanto desde el punto de vista artístico, como del histórico. Realmente estábamos en dependencias donde se habían desarrollado acontecimientos que cambiaron o marcaron de alguna manera el ritmo de la historia de un país. Ni que decir tiene que uno de los temas recurrentes a lo largo de la visita – tanto por parte del guía como también por nuestras preguntas – fue el golpe de estado que Chile sufrió en Noviembre de 1973 y que acabó con la muerte del presidente legítimo, Salvador Allende, y el ascenso al poder de una junta militar con el golpista Augusto Pinochet a la cabeza. Visitamos los tres patios interiores del palacio, así como algunas de las salas más importantes (como donde la actual presidenta Michelle Bachelet da las ruedas de prensa).
También estuvimos en la capilla del palacio, donde el anterior Papa, Juan Pablo II, ofreció una misa durante su visita a Chile.
… y cómo no! no pudimos resistirnos a cantar unas obras en la capilla.
Más adelante, llegamos a lo que en el pasado eran las dependencias de los presidentes (cuando residían en el palacio) y allí es donde se ha hecho un memorial al presidente Salvador Allende. Se reconstruyó lo que fue su despacho y la sala donde se reunía su gabinete. Estas partes fueron las más dañadas durante el asedio de los golpistas, por ser el lugar donde se encontraba el gobierno y por su situación vulnerable al dar a la calle.
Tras el golpe, la junta militar quiso borrar cualquier vestigio del paso del presidente Allende por el gobierno y reconstruyeron esa parte del palacio sin respetar siquiera la distribución original.
Con el trabajo de reconstrucción llevada a cabo en los últimos tiempos, se ha podido (gracias a testimonios de colaboradores del presidente) reconstruir el despacho de Salvador Allende, con su mobiliario, etc. así como recuperar algunos de los objetos personales que tenía en él.
Tras la interesantísima visita, tiempo libre para descansar y hacer un poco de turismo por el centro hasta la hora de la cena.
La cena, oficialmente “cena de despedida”, tuvo lugar en las afueras de Santiago, en el “Mesón de la Patagonia”, donde nos esperaba un suculento cordero a la estaca en compañía de casi todos los que nos habían acompañado durante nuestra estancia en Santiago de Chile. Una de las ausencias, forzadas por supuesto, fue la de Carmen Gloria.
Tras la cena y los postres volvieron las canciones de sobremesa a la luz de las velas hasta la hora de la despedida con todos nuestros amigos.
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